Los Chemical y los sueños

Uno de los videoclips más grandiosos de la historia es el de Let Forever Be de los Chemical Brothers, que sirvió para promocionar aquel sencillo del álbum Surrender de 1999.

Existen tantos motivos para encontrar maravillosa a la obra de Michel Gondry (director del clip), como ver una propuesta surrealista (los Chemical ni aparecen en este video y de hecho lo hacen muy esporádicamente en los que realizan, no son muy figurettis) en el que la onírica y las coreografías se funden para hacer una combinación fantástica.

Se puede advertir elementos de sueño por ejemplo: la chica protagonista empieza y acaba la historia del clip en la cama, aparentemente se encuentra en un día normal, pero a lo largo del mismo le suceden cosas extrañas (sobretodo por la persecución de aquel baterista), además de las luces intermitentes y un patrón de pruebas de TV en el fondo en el momento de las coreografías. Elementos tan cotidianos como mirarse en el espejo o subir unas escaleras mecánicas se convierten en un divertido juego en el que unos "clones" de la chica en cuestión recrean la escena cotidiana con impresionantes coreografías (seguramente inspiradas en aquel director de los años 20 o 30 cuya especialidad eran los planos cenitales y un efecto caleidoscopio)

Los fundidos entre la cotidianidad de la chica y las coreografías merecen su propio espacio, son realizados con tanta perfección que uno apenas puede percibir que se trata de un cambio de escena. El montaje de las mismas también es excelente, ya que le mantiene en demasiado suspenso al espectador que está pendiente de cual será el próximo disparate que salga en la pantalla. Es lógico e ilógico a la vez.

Este video sin duda responde al mundo de los sueños y lo maravilloso, aparte es una lección de que no siempre se necesita al artista que ha compuesto o que interpreta una canción y que de hecho su ausencia puede tener un mejor resultado.