Siempre se ha hablado del "grunge" como un movimiento que define a los noventa, pero mientras su sonido ya dejaba de ser tan novedoso y las camisas de leñador desaparecían de los gurdarropas tan súbitamwente como habían llegado. Vino otro sonido a tomarse radios y canales de música y que no es analizado con tanta pasión como a los oriundos de Seattle.
A mediados de los noventa, varias bandas que en su sonido se percibía la influencia primaria de lo que en los sesenta se conoció como "invasión británica" (The Beatles, The Animals, The Yardbirds, The Kinks) y que ideológicamente buscaron contrarrestar la gris filosofía del grunge con letras y sonidos más festivos en la mayoría de los casos, aunque vale decir que no se caracterizó jamás poderse reconocer un sonido homogéneo ni en todos los casos ser "tan animado".
Hablar de brit-pop es prácticamente para abrirse otro blog ya que se puede abordar la influencia de The Smiths y su dulce melancolía o de discos tan aclamados como (What's The Story) Morning Glory? de Oasis o Urban Hymns de The Verve, pero el puro objetivo de este post era explorar lo "más pop" del brit-pop.
Uno de mis temas favoritos de siemrpe es "Girls & Boys" de Blur. Canción que habla sobre la decadencia de la vida bohemia y la juventud desde los noventa hacia acá. Todo en tono descarado y festivo, el video lo corrobora.
Otra canción que es muy disfrutable es "Beautiful Ones" de Suede. Brett Anderson, vocalista de la banda, se presenta con el desparpajo y arrogancia característicos del buen vocalista brit-pop. Corre video.
Finalmente un videoclip que es de mis particulares favoritos de este movimiento y en general. "Disco 2000" de Pulp. Derroche de glamour.
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