Aguda sentencia que da una brillante canción que tiene la etiqueta de “no tan conocida” dentro del catálogo de una banda famosa. Esa es “In God’s Country” de U2
In God’s Country es el séptimo corte del álbum “The Joshua Tree” que salió a la vente en 1987 y sólo fue editado como sencillo para Estados Unidos. Esta canción contiene las clásicas virtudes y el típico sonido de U2: el delay de la guitarra de The Edge en toda su expresión y un ritmo sencillo: constante pero contundente por parte de Adam Clayton y Larry Mullen, bajista y baterista de la banda respectivamente más la voz de Bono que por esas épocas se encontraba en todo su apogeo y en su canto caracteriza al sentido nostálgico y melancólico de esta canción.
Melancolía, errar y a veces sin saber cuando terminar, esa es la sensación que transmiten en especial los
dos solos de guitarra en el medio y en el final de la canción.
La sucesión de notas agudísimas enreiquecidas con el delay transmiten lo que el mismo Edge en alguna entrevista trató de definir como
"música cinemática", es decir, música que te
traslada por alguna parte o hacia alguna parte, podría aplicarse también el término
"roadie" y una vez más el clásico leit motiv de la eterna búsqueda y también evoca al desolador paisaje del
parque Nacional Joshua Tree ubicado en el desierto gringo.
En cuanto a letras,
In God's Country habla de sueños y esperanzas. Como este disco está en la
etapa de "fascinación por América (EE.UU:)" de
U2, está plenamente dedicada al
sueño americano:
"dream beneath the desert sky... we need new dreams tonight", algo que se puede deducir del mismo título de la canción,
alguna evocación al trabajador americano "sad eyes crooked crosses" y de lo duro que puede a veces labrarse el camino del éxito en la
tierra de las oportunidades: "set me a light, we'll punch a hole right trough the night, everyday the dreamers die, to see what's on the other side"; aparte de la clásica referencia bíblica de
U2: "I stand with the sons of Cain, burned by the fire of love".In God's Country es una canción imprescindible para entender el sonido de
U2 y tal vez no sólo su aspecto musical, sino todo el universo que ha construido esta banda a lo largo de su ya extensa trayectoria.
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